El dicho dice «llevarse como el perro y el gato» cuando alguien se lleva mal y, en la mayoría de ocasiones, esto es verdad, aunque en muchas otras, la relación que pueden llegar a tener perros y gatos es de lo más sorprendente e incluso buena y tierna. En esta web podéis conocer mucho más sobre el hecho de tener perros y gatos y algunos consejos sobre su cuidado, salud y alimentación, pero nosotros hoy nos vamos a centrar en la parte más curiosa y divertida del asunto y, a continuación, os vamos a mostrar 20 imágenes graciosas sobre la relación entre perros y gatos que viven en la misma casa.
HA LLEGADO UN CACHORRO A CASA… VAMOS A MIRARLO
Parece ser que cuando un cachorro, especialmente de Golden o de Labrador, llega a casa, con toda su belleza y suavidad, los gatos se le quedan mirando fíjamente para explorar al nuevo habitante.
ALGUIEN ESTÁ UN POCO CELOSO…
Cuidado como le hagas más caso al perro que al gato porque se ponen celosos y te echan una mirada asesina que da verdadero miedo.
BONITA RELACIÓN DE AMOR-ODIO
Esta es la típica foto de «Cuando están solos vs Cuando entra su dueño a la habitación». Como dice el dicho en inglés, «When cat is away, mice will play» («Cuando el gato está fuera, los ratones juegan») lo que quiere decir que cuando están sin vigilancia, hacen perrerías, literalmente.
ME HAN ROBADO LA CAMA…
La verdad es que los gatos se suelen adueñar de todo o de casi todo en la casa, y de la cama del perro, también. Algunos perros lo aguantan con resignación mientras que otros están la mar de enfadados e indignados.
VERDADERO AMOR
Cuando los perros y gatos llevan tiempo conviviendo y ninguno de los dos es súper dominante (o ya han decidido quién manda) pueden llegar a tener una relación de amor muy bonita y tierna, tal y como vemos en estas imágenes en las que los perros hacen la cucharita a los gatos y algunos gatos cuidan a los perros cuando están pachuchos.
ME PONGO ENCIMA DE TI
Si el perro es grande, el gato se puede tomar todas las libertades de ponerse encima de él, caminar, tumbarse o lo que quiera…
… pero cuando es el perro el que se pone encima del gato, pueden empezar los problemas de peso.
AÚN TE TENGO UN POCO DE MIEDO…
Parece que a este gato le ha aterrorizado la llegada de un cachorro de labrador, sólo le falta decir: ‘¡¿Qué bicho es este?¡».
En otros casos, es el perro el que se siente amenazado o amedrentado por gatos que están al acecho… lo siento mucho, ¡pero este último es acoso!
NO ME MOLAS NADA…
Hay gatos cuya afición es mirar fíjamente al perro en plan «No me fío de ti, no me molas nada…» Esa mirada desde su trinchera detrás del sofá es demoledora.
TENGO QUE COMPARTIR SOFÁ CON ESTE TRASTO?
En otros casos, el gato mira al dueño con cara de… ¿En serio tengo que compartir sofá y vida con este trasto, con este bulto?
En fin, como hemos visto, la relación y la convivencia entre perros y gatos puede estar llena de momentos únicos y esperamos que, si tenéis a ambos en casa, lleguen a un punto de equilibrio para vivir en armonía.