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¿Qué hay mejor que un gato? Dos gatos. Seguro que si tienes un gato en casa y piensas que se siente solo o en cómo puedes mejorar su vida, se te ha pasado por la cabeza en algún momento la idea de adoptar otro gato para que le haga compañía o para que se diviertan juntos en las horas que pasan solos.

Sin embargo, saber cómo introducir un gato nuevo en casa con otro gato que la habita no es sencillo de descubrir, se necesita paciencia y estrategia, así que hoy te vamos a dar una serie de consejos sobre cómo realizar este proceso con éxito para que los animales no sufran y los miembros de la familia, tampoco.

Introducir al nuevo gato poco a poco

No puedes soltar un nuevo gato en casa como si nada, ya que el otro felino podría sentirse como si le hubiesen invadido el territorio, lo que podría dar lugar a tensiones o a disputas. Por lo tanto, lo primero es introducir al nuevo gato de manera gradual y que, primero, habite una habitación separada en donde tenga su propio arenero, comedero, bebedero y juguetes. De este modo, el gato residente se va a ir acostumbrando al olor del nuevo gato poco a poco y va a ir aceptándolo, primero sin que haya contacto.

Que se familiarice con el nuevo olor

Como hemos mencionado, el tema del olor es importante, así que antes de juntarlos y que haya contacto directo, conviene que frotes a cada gato con un paño y lo dejes cerca del otro gato para que se vayan familiarizando con el nuevo olor. También podría ser buena idea que en ese proceso empieces a intercambiarles juguetes o incluso la cama.

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Curiosidad con premio

Si ya has conseguido que el gato residente se acerque a la puerta de la habitación en donde está el otro y empiece a olfatear por debajo, puede ser un buen momento para darles a ambo un refuerzo positivo, como por ejemplo, alimentarles cerca de la puerta y con la presencia al otro lado del gato, así asociarán el estar juntos con algo bueno y podrá reducir tensiones.

Primer encuentro con supervisión

Después de unos días de contacto a través de la puerta y cuando ya estén acostumbrados al olor del otro, es quizás buen momento para que haya un primer contacto directo. Eso sí, intenta estar tranquilo/a y no fuerces la interacción, sino que debes dejar que ellos se acerquen y se curioseen. Estate alerta, si ves que hay gruñidos o sus orejas se van hacia atrás, deberás separarlos y volver a intentarlo de nuevo en otro momento.

Juego conjunto

Si después de unos días de breves encuentros, donde cada uno de ellos haya podido retirarse a su espacio privado y seguro, sientes que es el momento de que empiece a haber más interacción entre ellos, el juego puede ser una buena manera de mediar. Por lo tanto, puedes jugar con ellos de forma simultánea pero con juguetes distintos para que no se peleen por el mismo. El hecho de jugar les hace socializar y reforzar el vínculo.

Paciencia y vigilancia

Este proceso de que uno se acostumbre al otro puede llevar algún tiempo, algunos días o incluso semanas, así que ten paciencia y adáptate al ritmo de tus pequeños felinos. Por otro lado, aunque al principio se lleven bien, puede surgir más adelante algún problema de territorialidad, así que deberás mantener una actitud de vigilancia para poder solventar tensiones por ese tema.

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Recuerda que el refuerzo positivo es muy importante en los animales, así que prémialos con golosinas, elogios o caricias cuando estén juntos. Si ves que han pasado unas semanas y no consigues que se lleven bien, entonces tendrás que acudir a un veterinario/a o solicitar los servicios de un experto en comportamiento felino para que te dé nuevas estrategias y podáis vivir tranquilos y en paz.