Muchas personas a las que les preguntas si los gatos son ariscos o no, responderán sin dudarlo que sí, que son unos animales domésticos poco cariñosos, que van a la suya, que son antisociales, que son algo fieros… y más si los comparan con los perros, que la mayoría son una máquina de dar y recibir cariño con cuatro patas. ¿Pero es una creencia popular eso de que los gatos son ariscos o es verdad? Vamos a hablar un poco sobre el tema a ver si sacamos el verdadero carácter o personalidad de los gatos.
EN UN PRINCIPIO, ES UN ANIMAL ASOCIAL
Según un artículo de la BBC, «Los gatos son el único animal asocial que hemos domesticado con éxito«. Cuidado, asocial no quiere decir antisocial. Un ser asocial es aquel que prefiere estar solo que acompañado, que no le gusta la interacción social ni las multitudes, mientras que el ser antisocial tiene aversión contra las personas e incluso puede incluir alguna agresión. Pues bien, los gatos, a priori, son asociales y prefieren ir a la suya, aunque al ser animales domesticados, los hay que no tienen ese rasgo de la personalidad y, al contrario, les encanta estar sobre sus dueños y recibir cariño constantemente.
HAY QUE SABER DESCIFRAR SUS CÓDIGOS
Es muy fácil notar si un perro es cariñoso o lo que siente en cada momento, son muy expresivos, es casi como tener a un bebé humano merodeando por ahí. Sin embargo, los gatos tienen un código sofisticado y quizás no sabemos interpretar sus gestos de cariño o de amor. Para saber en qué estado de ánimo se encuentra el gato, hay que saber descifrar el lenguaje corporal, fijándose en el movimiento de la cola, en el estado del pelo (erizado o no) y en la posición de los bigotes y de las orejas. Normalmente, un ronroneo significa amabilidad, satisfacción, vamos, que están a gusto. Este ronroneo es algo que ya demostraría que sienten amor, cariño o que tienen una actitud amistosa. También puede ser una buena señal una mirada lenta y parpadeante, aunque sea desde lejos (lo solemos ver como una mirada o gesto de desconfianza, pero no lo es). Si giran o voltean la cabeza hacia otro lado, no es desdén, sino relajación y confianza en el humano.
¿INDEPENDIENTES, DISTANCIADOS O EGOÍSTAS?
Es verdad que los gatos llevan domesticados miles de años (aparecieron en pueblos neolíticos de Oriente Medio hace unos 10.000 años), casi nada. Estos miles de años llevan demostrando que son un buen animal de compañía. Sin embargo, siguen teniendo esa mala imagen de ir a la suya o de no preocuparse por los sueños, al contrario que los perros. Los gatos, en general, son bastante independientes, actitud que está en consonancia con lo que hemos comentado antes de ser un ser asocial. También encaja con los estudios que demuestran que, en esos pueblos neolíticos, los gatos no dependían de los dueños, sino que cazaban, especialmente ratones y alimañas, para mantener las cosechas libres de estos. Esta independencia es vista por algunos como una actitud arisca, como que marcan las distancias o incluso que son egoístas, pero podemos ver esta independencia como algo positivo y sinónimo de libertad o de que están en consonancia con su naturaleza primitiva. Esto no quiere decir que sean egoístas o interesados y que sólo acudan a sus amos cuando requieren de comida, aunque en algunos casos podría ser cierto.
HAY QUE ACEPTAR SU PERSONALIDAD
Cuando adoptamos a un gato, hay que ser muy conscientes de esta personalidad poco social e independiente que tienen la mayoría y nunca esperar que sean como los humanos o como los perros: no van a demostrar sus emociones abiertamente, son mucho más discretos. De hecho, serían unos jugadores de póker de primera. Por lo tanto, hay que aceptarlos tal y como son y no hacerse falsas expectativas.
¿HAY GATOS SOCIALES Y CARIÑOSOS?
Según estudios recientes, la sociabilidad de los gatos viene marcada en parte por su genética y en parte por sus primeras seis u ocho semanas de vida. Si en esas primeras semanas tienen interacciones o experiencias positivas con humanos, probablemente les gusten, se muestren cariñosos y quieran estar en contacto con ellos. De lo contrario, por ejemplo, si son gatos callejeros llevador a un hogar, va a ser muy difícil que quieran interactuar con los humanos, al menos al principio. Por lo tanto, si tienen una genética social y están con personas desde su nacimiento, es probable que sea un gato social y cariñoso.
En definitiva, aunque la naturaleza de los gatos es asocial e independiente (que no es sinónimo necesariamente de ser ariscos), hay gatos cariñosos, confiados y relajados que demuestran amor por los humanos, incluso curiosos y juguetones, aunque nunca hay que forzarlos a ello o reclamar su atención. Hay que respetarles tal y como son, darles su tiempo, su espacio y si quieren… ya vendrán.
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